Consulta sobre situacion familiar con un anciano, en la provincia de A Coruña (15007)
Mi abuelo es viudo. Mi madre es la familiar que más lo ha atendido desde entonces. Durante un tiempo, estuvo viviendo con él, y más adelante volvió a vivir en su propio piso, situado a poca distancia.
Hace un par de meses, mi madre descubre accidentalmente una cantidad de llamadas inusual desde el teléfono fijo de mi abuelo al móvil de su empleada del hogar, de nombre Ángeles. Al comentar esas llamadas con ambos, mi abuelo da una excusa poco creíble y Ángeles se muestra turbada y abandona el servicio en casa de mi abuelo.
Se procede a contratar a una nueva empleada, Lorena, la cual después de un breve período de servicio, refiere un episodio de comportamiento inadecuado por parte de mi abuelo, incluyendo tocamientos no consentidos, propinas impropias de un hombre tan tacaño como siempre ha sido él, y comentarios al respecto de Ángeles, dando a entender algún tipo de interacción de tipo sexual previa, a la que él estaba acostumbrado.
A raiz de esto pasamos a descubrir una serie de actuaciones preocupantes de mi abuelo para con vaias mujeres: regalos costosos, entregas de víveres y cantidades de dinero nada desdeñables, intentos de acercamiento físico inapropiados en ocasiones, compartir información sobre su patrimonio y localización de sus cuentas bancarias que ni siquiera la familia conocemos...
Una de ellas, Cristina, gentilmente acude a mi madre con la intención de devolver el dinero entregado a ella por mi abuelo, tras haberse sentido incómoda por su comportamiento. También cuenta que al intentar la devolución con él, él asegura no recordar una de las entregas de dinero un par de días antes. Tanto Cristina como Lorena, quienes no guardan relación relevante entre sí, atestiguan la veracidad de sus propias experiencias con mi abuelo, así como los comentarios de éste confesando otras actuaciones similares de las que no existe por ahora testimonio directo.
Todo esto, unido a su reacción dispersa al abordar el tema directamente con él, nos lleva a considerar su estado mental. Parece tener lagunas de memoria y dificultad para seguir el hilo de una conversación sencilla. De todas formas, él se niega a facilitar un seguimiento de su saldo bancario por parte de mi madre o a acudir a un psiquiatra. Estamos en proceso de consultar su comportamiento con un profesional de la citada rama. Desde luego cuenta con antecedentes diagnósticos de TOC, problemas neurológicos presumiblemente de índole depresiva, y un antecedente familiar directo de enfermedad de Parkinson.
Nos preguntamos cómo y en que caso podemos atajar esta situacion, dada su nula voluntad o capacidad de colaboración en este punto. Entendemos su libertad de acción pero estamos preocupados por una posible dilapidación del patrimonio familiar.
En resumen, no si legalmente tenemos algún respaldo para intervenir en esta situación en contra de su voluntad.