La fundación del bufete “Mingorance, Mier y Villalobos, Abogados” se remonta al año 1.997 en el que sus tres socios fundadores deciden consolidar la actividad profesional, que ya venían desarrollando individualmente, a través de la creación de la mencionada firma, imprimiendo a la misma un enfoque empresarial e internacional que la distinga de la competencia y que haga del despacho un serio competidor para los grandes los bufetes que poseen sus sedes en Sevilla o Madrid. Nuestra Filosofía UNA IMAGEN VALE MÁS QUE MIL PALABRAS, ¿O NO? Por la composición detallada, el despacho de abogados Mingorance, Mier y Villalobos se configura como un bufete multidisciplinar, lo que implica que los asuntos jurídicos que son tramitados en el mismo sean de cualquier rama del derecho. No obstante, cada asunto es encomendado por el Consejo de Socios a aquel Letrado, miembro del bufete o colaborador, que se encuentre especializado en la disciplina jurídica que exige el pleito o asesoramiento jurídico a prestar. Los clientes del despacho son tanto personas físicas como jurídicas, pero primando como característica primordial la condición de empresario, hacía la que esta orientado el bufete. Así se prestan servicios a empresas de diversos sectores tales como Seguridad Privada, Construcción e Inmobiliario, Comercio, Seguros, Mutuas de Accidente, Limpieza, Industrial, etc.